lunes, 7 de marzo de 2011

Criogenia en Humanos

(Nota: La publicación de este texto es solo con carácter informativo y no necesariamente coincido o promuevo la utilización de "esta práctica". Gloria H.)


El conjunto de técnicas utilizadas para enfriar un material a la temperatura de ebullición del nitrógeno, unos -196 grados centígrados (77.36 grados sobre el cero absoluto) o a temperaturas aún más bajas recibe el nombre de criogenia. El uso de helio líquido en lugar de nitrógeno permite alcanzar temperaturas de solo 4,22°K (-268,93 °C). 
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La práctica de la bio-criopreservación permite conservar un cuerpo mediante su congelamiento con la finalidad de resucitarlo en el futuro. Debe llevarse a cabo inmediatamente después que una persona ha sido declarada muerta para evitar así lesiones cerebrales que suceden rápidamente pasados los cinco a diez minutos luego de la muerte. El objetivo, es suspender la vida de una persona amenazada por una enfermedad incurable, hasta tanto se logre obtener la cura a la misma. O suspender las funciones vitales hasta que la ciencia logre hallar la fuente de la eterna juventud o un incremento notable de la longevidad.
 
En los Estados Unidos ya existen compañías que se dedican a la criopreservación de cuerpos o cabezas humanas por las que han pagado sus dueños o familiares, con el objetivo de ser reanimadas en el futuro. 

Puede sonarte algo extraño, y de hecho lo es. Pero no es algo nuevo, de hecho, existe una leyenda urbana que dice que el mismísimo Walt Disney hizo que congelaran su cuerpo después de morir. 

La más conocida es Alcor Life Extension Foundation, una empresa de Scottsdale (Arizona) que investiga y practica la criogenia. El nombre “Alcor” viene de "Allopathic Cryogenic Rescue," (rescate criogénico alopático). “Alopático” es un término de la filosofía médica de sostiene que cualquier tratamiento que mejore el pronóstico de un paciente es válido. Creada como una empresa sin fines de lucro, solo acepta donaciones. Fue fundada en 1972 por Fred y Linda Chamberlain, y en 1976 llevó a cabo su primera criopreservación humana. Actualmente, Alcor tiene unos 800 miembros que han completado los procesos financieros y legales necesarios para ser “procesados”, y más de 70 pacientes en suspensión criogenia. Alcor acepta donaciones anónimas con propósito de investigación. 


En realidad, la conservación de tejidos a muy bajas temperaturas es un proceso muy bien conocido y practicado, que se ha utilizado con éxito durante mucho tiempo para la conservación de muestras médicas. 







Lo que sostienen los defensores de la criogenia es que a esas temperaturas, cualquier actividad biológica, incluidas las reacciones bioquímicas que producirían la muerte de una célula, quedan efectivamente detenidas, lo cual es cierto. Pero el proceso contrario, es decir, la “descongelación” y “puesta en marcha” del organismo nuevamente es un tema completamente diferente. 

Si bien es lógico pensar que transcurrido el tiempo suficiente (décadas o siglos) la ciencia avanzará lo suficiente como para descubrir, emular e incluso superar los procesos por los cuales algunos animales pasan largos periodos un hibernación, y que también se descubrirá la cura para el mal que aquejaba a los clientes de estas empresas antes de ser congelados, hay algunos factores negativos a tener en cuenta. 

En primer lugar, la manera en que se implementa en la actualidad el proceso de criogenización, es muy difícil que funcione. Esto es debido a que el cuerpo humano, constituido en su mayoría de agua, cuando se congela tiende a formar cristales de hielo, los cuales perforan las membranas de las células. Si uno descongelara uno de estos cuerpos, se encontraría frente a un problema mucho mayor que la enfermedad que tenía en el momento de la congelación: todo su cuerpo estaría compuesto por células dañadas. 

En segundo lugar, está el problema de la resucitación. Efectivamente, el cuerpo congelado pertenece a un cadáver, y no a un animal que esta invernado, frio pero vivo. Posiblemente nunca sea tarea fácil traer a la vida un cerebro muerto. Como dificultad extra, por razones de economía, a muchos pacientes les han congelado solo la cabeza, por lo que necesitarán un cuerpo nuevo. 

Después hay que tener en cuenta el tema de la readaptación sicológica. Supongamos que te “duermes” en el siglo XX o XXI, y despiertas en el siglo XXVII. La tecnología y costumbres de esa época pueden ser totalmente incomprensibles para ti. Imagínate como se sentiría una persona de la edad media en la actualidad, con aviones, ordenadores y TV por todos lados. O teniendo que comer con cubiertos, por ejemplo. Viendo mujeres semidesnudas todo el tiempo. Seguramente la adaptación no sería algo sencillo. 

Y por último, es bastante probable que no haya interés alguno en “revivir” a alguien de hace 500 años. Seguramente se plantearían problemas éticos, médicos, económicos, que harían difícil justificar el esfuerzo de devolverle la vida a alguien que podría tener poco interés para la sociedad, y solo plantearía problemas de adaptación. 

El querer escapar a la muerte es un deseo muy humano, y la criogenia al menos nos da una chance (pequeña) de que podamos vivir algún tiempo más en el futuro. Pero si somos totalmente realistas, el procedimiento, tal como se realiza en la actualidad difícilmente sea exitoso. Por supuesto, para el que está criosuspendido no cambian demasiado las cosas: nunca se enterará de que el experimento fracasó. 


Para el que no quiere leer todo lo anterior vea este documental fenomenal de como se hace la criogenia en humanos:
 




Leyendas urbanas abundan sobre todo cuando somos niños. Recuerdo que una de las leyendas urbanas más famosas era que el Sr. Walt Disney decidió congelar su cuerpo con el objetivo de mantenerse crionizado hasta que se descubriera una cura contra su enfermedad. Debo confesar que me creí tal historia en aquel entonces. Si el Capitán América había despertado después de estar semicongelado varias décadas y Han Solo había sido congelado en carbonita y no le había pasado nada, porque a Walt Disney no le podía pasar lo mismo 

Walt Disney dejó de trabajar en el desarrollo de Disneyworld en 1966, cuando se le diagnosticó un cáncer en su pulmón, tras toda una vida de fumador empedernido. Falleció el 15 de diciembre de 1966 a los 65 años. Fue incinerado el 17 de diciembre en el Forest Lawn Cemetery de Glendale, California. Su hermano Roy llevó adelante el proyecto del parque de atracciones de Florida, insistiendo en que se llamase Walt Disney World en honor a su hermano. 

Poco después de su muerte (ya en 1969 aparece reflejado en una revista) surgió el rumor de que el cuerpo de Disney había sido crionizado hasta el momento en que los avances científicos pudieran devolverlo a la vida. Se trata una leyenda completamente falsa, ya que hay constancia tanto de la muerte de Disney como de su posterior incineración. No está claro el origen del rumor. En sus biografías oficiales se menciona el interés de Disney por la criónica en los últimos años de su vida, aunque no aportan fuentes concretas. 

Es imposible saber con certeza si este interés existió, en cuyo caso pudo haber sido lo que originó la leyenda. Por otro lado, el hecho de que la incineración se llevase a cabo en un ámbito estrictamente privado pudo alimentar las especulaciones. Debe tenerse en cuenta también que Disney era conocido, sobre todo en sus últimos años, por su interés por las innovaciones tecnológicas.También en aquella época la ciencia ficción estaba tomando cuerpo e insertar la teoría de la crionización era cosa normal en la cinematografía de este género. 
http://www.taringa.net/posts/info/3843752/Criogenia-para-principiantes.html

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