viernes, 29 de julio de 2011

El Camino del Loco... ¡Saca la Mentira por bonita que parezca...!



le-monde.jpg


...El camino tiene sapos, y también tiene diamantes...

El Guerrero no sabe a dónde va. Eso parece. Sin embargo él sabe. Sólo él necesita saber las señales que le dicen: “estás haciendo ese camino elegido”. Y no importa si se desvía del camino, todas las bifurcaciones lo llevan al mismo lugar. Por eso sabe que en vano se preocupará por la comida o el vestido que usará, no es un lirio del campo ni es un ave y tendrá su comida y su abrigo. Y esas son sólo las añadiduras.

Cuando rompe con aquello que lo lastima siente dolor. Hace un esfuerzo. A veces más esfuerzo, a veces menos esfuerzo. Eso cuece sus huesos, que no son solamente blancos, también son negros. Y de otros colores. Y van cambiando de color una y otra vez, una y otra vez. Romper una mentira cambia de color sus huesos. Y alivia el dolor.

- Tus ojos están tristes, opacos. Tienen la luz escondida – le dice la Hija de los Vientos, sentada junto a él al lado del camino.

- Me duele ver los sapos en las bocas ajenas – dice el Guerrero.

- ¿Y no te duele verlos en tu boca? – ella le acaricia el pelo.


- Sí. Es cierto. Me duele ver los sapos en todas las bocas. Pero antes sólo veía los diamantes que se escapaban de los poros de los demás, y esos sapos que ahora veo me lastiman… – dice, pensativo, y un diamante ovalado le cuelga del ojo izquierdo.

- ¿No querías mezclar? – susurra ella y se bebe el diamante, despacito – Para conseguir mezclar lo claro y lo oscuro necesitás verlos a ambos. No se puede mezclar algo que se ve con algo que se sospecha que existe.

Él sonríe, baja la cabeza.

- Es que algunos de los sapos parecían tan lindos… – y la sonrisa se le agranda, pero sólo se le agranda hacia un costado de la cara. ¿Sonrisa o mueca? Sonrisa y mueca.
Ella suelta una carcajada.

- Hay sapos que están tapando diamantes. Sacá el sapo, destapá la mentira, por bonita que parezca. Debajo hay algo mucho más bello. Y verdadero. Y bello no sólo por verdadero, bello porque tiene más belleza, más blancura, más negrura, más mezcla.

- No entiendo bien esa última frase – duda él.

- Yo tampoco la entiendo. Pero sé que es cierta. No tengas miedo. ¡El miedo es un gran sapo!

Se ríen. Hoy no hay mariposas en las risas, no hay semillas de dientes de león. No hay más que una persona sentada al costado del camino. Pero hay risa. aunque no es muy visible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails

Datos personales